Fran Martínez

Fran martínez

Cruceiro Graner

En octubre de 2021, Fran Martínez y Diego M. Buceta, disfrutan de una semana de residencia en Graner, Barcelona. Este espacio-tiempo les permite continuar trabajando en sus propias propuestas en este espacio privilegiado que es Graner.

Además de espacio de creación, ambos artistas participan en el encuentro de clausura de FF90, un laboratorio de encuentro de artistas de una misma generación (los 90).

Una oportunidad para conocer el contexto de la danza y las artes vivas en Barcelona y generar nuevas sinergias y encuentros con artistas y gestores/as de diferentes estructuras de la ciudad.

Pentecostés

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un estruendo como una racha impetuosa, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.”
Hechos de los Apóstoles, 2, 1-5
Lo que acontece en Pentecostés parece magia. Pero no lo es. No es un milagro. No es una revelación. No es nada importante que pasará a la Historia. En realidad no es nada sumamente relevante. Es frágil. Y es fuerte. Es un hilo de luz a través de un muro de piedra.
Pentecostés es querer ver. Es un acto de fe.
Esta es la acción sencilla que Diego hace obsesivamente desde hace unos años para reafirmar su apoyo plantar y reubicar su centro.
Esta es la rutina que Fran repite día tras día. Se pregunta que es lo que procura insistiendo en estos movimientos una y otra vez.
Belén está empeñada en mostrar al mundo una imagen de fuerza. Duda de si realmente es fuerte o piensa que lo es.
Acciones. Prácticas. Rituales. Movimientos que repetimos una y otra vez, día tras día. Casi sin cansarnos, casi sin darnos cuenta. Una liturgia pagana en la búsqueda de un instante.

Fran Martínez

Nací en el Pirulí, como toda una generación de viguesxs, hace 34 años. Fascinado por las posibilidades que se despliegan en los procesos de creación, las preguntas que dejan en el aire, los lugares de incerteza, el pensar en nuestra relación con el mundo a través del cuerpo que se mueve, la práctica compartida. Viví en Vigo, Lisboa, Madrid y pasé temporadas en Bruselas, dando espacio y deseo de bailar. Tuve la oportunidad de trabajar con gente que quiero y admiro y que alimenta este “affaire” mío con las artes del movimiento.

Nómada, vivo allí donde consigo trabajo. Piscis. Adicto al azúcar refinado. Poseído por el ritmo ragatanga.