Marta Valverde

Marina es una chica de 26 años que estudia un máster en arte y paga sus rentas trabajando como prostituta. Llegó a ese mundo por casualidad y de las mejor forma posible: en un contexto politizado, feminista, seguro y con una comunidad centrada en los cuidados. No sólo encontró una forma de subsistir en el mundo artístico precarizado, sino que sus planteamientos mentales dieron un giro de 180 grados.

Comienza aquí una investigación/ reflexión en torno al trabajo en general y al trabajo sexual en particular:

¿Es posible que todos en mayor o menor medida prostituyamos nuestro cuerpo a la industria?

¿Es justo que los hombres nos paguen por una sexualización que sufriremos sí o sí a lo largo de toda nuestra vida?

¿Podemos revertir las prácticas en las que las mujeres somos enemigas y competidoras?

Con una perspectiva documental desde las artes visuales, el live cinema y la conferencia performativa, se pretende jugar con los documentos de partida: fotografías en las casas de citas, imágenes grabadas en clave de recreación con bodegones de objetos y diarios escritos.